Flora Alejandra Pizarnik fue una poeta y traductora argentina.
Alejandra Pizarnik nació en Buenos Aires en 1936. Estudió filosofía y después viajó a París para estudiar Literatura Francesa en La Sorbona. Escribió poemas en varias revistas y colaboró con algunos diarios. Hoy es considerada una de las poetas surrealistas y líricas más importantes de latinoamérica, aunque no hay que olvidar que también era narradora y ensayista.
La poesía de Alejandra Pizarnik es pura indagación, si hay que afirmar algo sobre ella es que es una continua pregunta: “Siempre es el mismo interrogante: ¿de qué soy culpable?, ¿por qué este eterno sufrir?, ¿qué hice para recibir tanto golpe duro y malo?”. La necesidad de reconocimiento hace mella en Pizarnik, dando pauta a una de muchas ambivalencias que sufrió: “Temo que mis deseos de escribir no sean más que medios para conseguir el fin anhelado éxito, gloria, fe en mí. También pueden ser excusas, ya que no estudio “en serio”, ya que no vivo “en serio”. Puede ser también, que, dada mi escasa facilidad de expresión oral, apele al papel de no atragantarme, para escupir el fuego de mis angustias». Para Pizarnik escribir no sólo representaba el reconocimiento sino, también, la posibilidad de desahogarse, de manifestar esa sensibilidad que poseía. Si bien Pizarnik estaba convencida de que la comunicación oral no era una opción viable, encontró en la escritura la manera de transmitir sus sentimientos, evolucionando el lenguaje poético a un tipo de silencio constructivo-destructivo que permite al lector vivir y revivir la visión interna de la poeta: “Pizarnik gestó su identidad desde un sentimiento de excepcionalidad, y creer que estaba predestinada a ser una gran escritora le sirvió para justificar su fracaso en la vida personal»
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