El común denominador de todas ciertas autoras quizá podría comprenderse desde los últimos desarrollos teóricos de Donna Haraway. A partir de una red de conceptos prestados de otras filósofas y científicas, la reconocida teórica americana hizo confluir en su último libro (Staying with the Trouble. Making Kin in the Chthulucene, 2015) un ecléctico mapa conceptual hacia el campo de la ficción. De una manera lúdica, Haraway invita a “especular”, en el sentido de imaginar y crear nuevas comunidades posibles. Su propuesta parte de las múltiples combinaciones de la contracción “SF”, una metáfora de cómo deberíamos encarnar las historias que nos contamos a nosotros mismos en este planeta desfalleciente:“Science Fiction”, “Speculative Fiction”, “Science Fabulation”, “Speculative Feminism”.
Este último concepto es útil para entender la emergencia, la relectura y el rescate del olvido (como en el caso de Angela Carter) de estas escritoras que, a través de la rienda suelta a la especulación, en su doble sentido de reflejo y conjetura, experimentan con los géneros y campos literarios como el terror, la ciencia-ficción, el fantástico, el surrealismo, el pastiche y el humor, sumándole profundidad y realismo psicológico a sus narrativas. Así es como estas diferentes autoras trasvasan las fronteras de los géneros para explorar las violencias, tanto físicas como discursivas, en los cuerpos de las mujeres.
Hacia el feminismo especulativo. El Pais. 16 NOV 2018. ANA LLURBA
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