Sororidad, término derivado del latín soror que significa hermana, es (1) un neologismo (2) que se emplea para referirse a la solidaridad o hermandad entre mujeres en un contexto de discriminación sexual y/o (3) con respecto a las cuestiones sociales de género, (4) especialmente, en las sociedades patriarcales.
La palabra no fue reconocida por la Real Academia Española,hasta el 21 de diciembre de 2018.
En las últimas décadas la palabra ha sido incorporada progresivamente en el activismo y la literatura feminista.
Durante la denominada segunda ola del feminismo (1960–1980) en los Estados Unidos, muchos grupos de mujeres se formaron en torno a intereses en común para prestarse apoyo mutuo y comprensión, empleándose la palabra sisterhood o sorority para definir estas relaciones entre iguales.
Desde el propio movimiento de mujeres han surgido críticas a esta definición de igualdad entre pares, que no tiene en cuenta las desigualdades raciales, de clase y orientación sexual entre las mujeres. Ignorar estas diferencias, conduce a asumir metas de igualdad y libertad centradas en las mujeres blancas de clase media.
La tercera ola del feminismo, desde la década de 1990, ha incorporado el concepto de ‘interseccionalidad’. Según este concepto, género, raza, desigualdad económica y sexualidad son factores que se intersectan para generar múltiples niveles de opresión y discriminación. La interseccionalidad requeriría ampliar la definición de ‘sororidad’, hacia una solidaridad entre mujeres que viven situaciones de desigualdad condicionadas por otras causas, como raza o clase social.
La investigadora feminista mexicana Marcela Lagarde considera la sororidad un pacto político entre mujeres. Se refirió a este término en una publicación de 1989, definiéndolo como:
[…] amistad entre mujeres diferentes y pares, cómplices que se proponen trabajar, crear y convencer, que se encuentran y reconocen en el feminismo, para vivir la vida con un sentido profundamente libertario.
Asimismo, ha profundizado en aspectos teóricos y prácticos del término, manifestando que la sororidad refiere a:
[…] una dimensión ética, política y práctica del feminismo contemporáneo. Es una experiencia de las mujeres que conduce a la búsqueda de relaciones positivas y a la alianza existencial y política, cuerpo a cuerpo, subjetividad a subjetividad con otras mujeres, para contribuir con acciones específicas a la eliminación social de todas las formas de opresión y al apoyo mutuo para lograr el poderío genérico de todas y al empoderamiento vital de cada mujer.