«Mujeres, raza y clase” (1981) es una obra imprescindible para entender la interseccionalidad. La interseccionalidad, es un enfoque que subraya que el género, la etnia, la clase u orientación sexual, como otras categorías sociales, lejos de ser “naturales” o “biológicas”, son construidas y están interrelacionadas. El libro, de (la histórica activista antirracista estadounidense) Angela Davis, lleva a cabo un repaso exhaustivo por la historia reciente de su país (desde el s.XIX) valiéndose de los tres ejes entrelazados que dan nombre al título.
La obra trata de desvelar las causas que llevaron a que las reivindicaciones de las mujeres negras fueran sistemáticamente invisibilizadas a pesar del potencial revolucionario que encerraba un movimiento semejante. En sus distintos capítulos, se ofrece un análisis riguroso y esclarecedor que no sólo pone de manifiesto las estrategias de lucha de las mujeres negras, sino los problemas de composición de las diferencias que siguen desgarrando los movimientos políticos actuales.
El análisis de lo que sucedió en tiempos anteriores, de las luchas sufragistas, abolicionistas, del fin de la esclavitud y el paso a las leyes de segregación del Jim Crow, de los lugares en donde se daba por hecho que debían estar las mujeres negras y en dónde jamás se las espera resulta muy útil para entender su realidad en el presente, su posición de subalternidad con respecto a las mujeres blancas de clase media, las renuncias, las prioridades e, incluso, las traiciones.