
Clara reflexiona sobre su carrera como trabajadora del sector humanitario mientras regresa a casa en un avión. Aunque su actual trabajo en una ONGD internacional no le satisface tanto como su otra pasión, escribir, encuentra en ambas actividades un propósito significativo. No se considera una escritora, sino alguien que quiere escribir, y eso la llena de entusiasmo. Clara piensa en lo que significa ser una intelectual en la actualidad y se siente motivada por la idea de contribuir con sus pensamientos y experiencias.
A veces, se siente atrapada en la ambición de ser una autora sin haber logrado ni siquiera ser una escritora, pero ve esto como una oportunidad para crecer y encontrar su verdadera voz. Su vida es una colección de experiencias ricas y variadas, y aunque su carga laboral puede ser abrumadora, Clara está decidida a encontrar un equilibrio que le permita prosperar tanto en su carrera como en su pasión por la escritura.
En su libreta, Clara ha anotado algunas ideas inspiradoras: quiere escribir sobre un equipo de una ONGD que enfrenta desafíos como relaciones tóxicas y contratos temporales, pero que también encuentra formas de superarlos y crecer juntos. También recuerda con cariño una excursión a un cañón, donde la lluvia constante convirtió una caminata de cinco horas en una aventura inolvidable de nueve. Mientras escribe estas líneas en el avión, siente la curiosidad de alguien sobre su hombro, lo que no sabe si interpretar como un acto voyeurista o como un acto de conexión y comunidad.
Clara se ve a sí misma como un personaje literario, deseando vivir otras vidas y enriquecer la suya propia. Escribir es un proceso desafiante, pero también una fuente de alegría y autodescubrimiento. Se da cuenta de que a menudo cae en la autocompasión, pero está decidida a superarla y a perseguir sus sueños con valentía. La inseguridad de no querer reconocer sus errores y perseguir sueños imposibles la consume a veces, pero también la impulsa a seguir adelante.
El tiempo, aunque implacable, le ofrece oportunidades para sanar y crecer. Se siente como una Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero está aprendiendo a integrar ambas partes de su personalidad para vivir de manera más plena. La escritura, que debería ser su refugio, se está convirtiendo en una fuente constante de satisfacción y creatividad. Aunque su vida íntima es un desafío, Clara encuentra consuelo en sus pasiones y en danzas ancestrales que la conectan con su esencia más profunda. Al final, sabe que la escritura será siempre su compañera fiel, su única certeza en medio del caos, y eso la llena de esperanza y determinación.
