Querido equipo,
Hoy quiero compartir con ustedes algunas reflexiones sobre los últimos meses de nuestro trabajo y lo que nos espera. El donante principal ha rescindido nuestros contratos, pero nuestra misión no puede detenerse. En los campamentos de Bajo Chiquito y Lajas Blancas, hemos visto llegar a familias cansadas y en ocasiones asaltadas en la selva del Darién. No podemos abandonarlas ahora.
Pasamos nuestras vidas preocupándonos por lo que podría suceder, pero lo imposible es solo lo que nunca ha pasado. En este mundo impredecible, no podemos culpar a nadie por fallar en sus predicciones. Lo mejor del futuro es que no lo conocemos. Nuestra vida son los otros, y nos conocemos conociendo a los demás.
Es evidente que esto pasará, pero nada será igual. Debemos mantener lo eterno que nos ayuda a ser: el amor, la amistad, la fraternidad y la solidaridad. La mayor alegría que podemos permitirnos es comenzar de nuevo. Vivir es bello porque siempre es comenzar, cada instante.
En los últimos meses, hemos trabajado incansablemente en los espacios de migrantes en Bajo Chiquito y Lajas Blancas, y en nuestra sede en Metetí. Hemos colaborado estrechamente con el Servicio Nacional de Fronteras para garantizar la seguridad y el bienestar de los migrantes. Hemos visto el sufrimiento y la desesperación de las familias que atraviesan la selva del Darién, y hemos sido testigos de su increíble resiliencia.
Mañana, cuando nos reunamos, quiero que recordemos por qué estamos aquí. No podemos permitir que la decisión de nuestro donante nos desanime. Ahora, más que nunca, debemos continuar brindando ayuda a las familias migrantes que llegan en mayor número, intentando aprovechar las últimas oportunidades antes de que los efectos de la decisión del donante entren en vigor.
Volveremos para preconizar lo colectivo sobre lo individual, apostar más por usar que por tener, y recuperar el dinero como un bien común. Repartiremos el trabajo y ejerceremos la política como una responsabilidad diaria. Primaremos lo social sobre lo contable y seguiremos estimando más a los pueblos que a las banderas.
Sigamos adelante con fuerza y determinación. Nuestra misión es vital, y aunque enfrentamos desafíos, no podemos rendirnos. Aguantemos una semana más, hasta que lleguen las donaciones de otros donantes que necesitamos. Juntos, podemos hacer la diferencia.
Con esperanza y solidaridad,
Clara (Coordinadora en Metetí)
Referencia: Pasamos nuestras vidas preocupándonos por cosas que no han sucedido
