Margarita Nelken Mansberger (Madrid, 5 de julio de 1894 – Ciudad de México, 8 de marzo de 1968) fue una escritora, crítica de arte y política española, una de las representantes del incipiente movimiento feminista en España durante la década de 1930.
Hablaba perfectamente francés y alemán y a los quince años escribió su primer artículo crítico sobre los frescos de Goya en San Antonio de la Florida para la prestigiosa revista de arte londinense The Studio. Se ha atribuido a Nelken la primera traducción de Kafka al español de La metamorfosis. Escribió también artículos para revistas tanto españolas como internacionales como The Studio, Le Mercure, La Esfera, Nuevo Mundo, Blanco y Negro, etc. Fue crítica de arte para diversos periódicos de Madrid y del extranjero: Los Lunes del Imparcial, El Fígaro, El Día, La Razón de Buenos Aires o Goteborg Handelstidning de Suecia. En 1917 publicó el primero de sus libros de crítica Glosario. Obras y artistas donde abordó una gran variedad de temas, artistas y corrientes de diversas épocas y países: Rodin, Gauguin, Van Gogh, El Greco, Solana, Zuloaga, Julio Romero de Torres y Picasso entre otros; demostrando su admiración y conocimiento del arte de vanguardia, nada habitual en la España de la época.
De fuerte espíritu feminista, siempre destacó por su lucha contra la pobreza y a favor de la igualdad, la libertad y la justicia. En 1919 escribió La condición social de la mujer en España: su estado actual, un posible desarrollo, y continuó esta línea de trabajos con Maternología y puericultura (1926), En torno a nosotras (diálogo socrático) (1927), Las escritoras españolas (1930) y La mujer ante las Cortes Constituyentes (1931). En el aspecto social destacó por ser la fundadora de la primera Casa de los Niños que hubo en España para madres trabajadoras, en el barrio de Las Ventas de Madrid.
Obtuvo como miembro del PSOE escaño de diputada en las tres elecciones generales de la Segunda República, sin embargo a finales de 1936, una vez iniciada la guerra civil, se afilió al PCE, formación de la que sería expulsada seis años más tarde.
Tras el fin de la contienda, exiliada en México, se ganó la vida escribiendo y trabajando en la organización de Unión de Mujeres Españolas y en la Secretaría de Educación Pública. Ejerció como crítica de arte para el periódico Excelsior, donde publicó un artículo diario durante más de 27 años, vivió de las colaboraciones en revistas de todo el mundo y de las conferencias sobre literatura y arte en español, francés y alemán. Fue una de las críticas de arte más influyentes y respetadas en México hasta su fallecimiento en 1968.

