Siguiendo con Brainpickings que nos regala Crea peligrosamente: Albert Camus en el artista como una voz de resistencia y un libertador de la sociedad. Sobre la tensión entre el presente y el futuro, entre lo que es y lo que puede ser, entre el sufrimiento y la trascendencia del sufrimiento, que es el origen del arte, Camus escribe:
El/la artista no puede apartarse de su tiempo ni perderse en él … El profeta, ya sea religioso o político, puede juzgar absolutamente y, como se sabe, no se muestra cauteloso al hacerlo. Pero el/la artista no puede. Si él/la juzgara de forma absoluta, dividiría arbitrariamente la realidad entre el bien y el mal y así caería en el melodrama. El objetivo del arte, por el contrario, no es legislar o reinar supremo, sino más bien comprender en primer lugar. A veces el arte reina con supremacía, como resultado de la comprensión. Pero ninguna obra maestra ha estado alguna vez basada en el odio y el desprecio. Es por eso que el/la artista, al final de su lento avance, absuelve en lugar de condenar. En lugar de ser un juez, es un justificador/a, es defensor/a perpetu@ de la criatura viviente, porque está viv@.
Tal vez la grandeza del arte reside en la tensión perpetua entre la belleza y el dolor, el amor de las personas y la locura de la creación, la soledad insoportable y la multitud agotadora, el rechazo y el consentimiento … La cresta donde avanza el/a gran artista, donde cada paso es aventura y es un riesgo extremo. En ese riesgo, sin embargo, y solo allí, yace la libertad del arte.

