En cuanto a Camus y la literatura, cuando un filósofo busca discutir temas como la libertad humana, la autenticidad, el compromiso y las relaciones interpersonales, su tratamiento es inevitablemente abstracto y expresado en términos de conceptos generales o universales. Para Camus, la literatura es una forma de explorar estos problemas en términos de acciones, predicamentos, opciones y acciones individuales. De esta manera, distintos temas que han sido tratados de manera abstracta y general, pueden expresarse de manera concreta y se pueden materializar como expresión dramática.
En cuanto a su visión estética, Camus concibe al arte (1) como una manera de moldear el mundo más allá de su forma actual, de manera que los conflictos dentro de él puedan ser focalizados. (2) La importancia de resaltar la parte conflictiva de la realidad reside en que, para Camus, el arte es vehículo del pensamiento. (3) De esta manera, se aleja de la búsqueda de representación del mundo en sí, y por lo tanto, de las estéticas de corte realista. Se le ha vinculado, por un lado, con el arte existencialista, y por otro, con el teatro del absurdo.
En la estética de Camus, la ficción no representa la realidad externa, sino que es una expresión libre e inmediata del pensamiento humano.Él criticaba la separación entre arte y filosofía, y sostenía que la unidad de propósito del absurdo es una sola: “No hay fronteras entre las disciplinas que el hombre se propone para comprender y amar. Se interpretan, y la misma angustia los confunde”.
Sus novelas han sido interpretadas también como obras de protesta que actualizan algunos elementos generales de la tragedia griega, ya que hay una oposición entre el individuo y la sociedad que frustra o destruye sus valores. Así pues, el protagonista intenta conformar una serie de principios a partir de los cuales llevar su vida, en un mundo donde la disparidad entre el ideal —lo que el hombre busca— y lo real —lo que encuentra— es tan grande, que reduce su existencia entera a la incoherencia.